Segundo abrazo

Por qué tuviste que volver ? ...el tormento y el placer sentados a mi mesa, mirándome a través de tus ojos. Yo no me equivocaba, hace un siglo tuve miedo y deseos de ya nunca mas tocarte. Dicotomía sagrada o vulgar contradicción, da lo mismo. El caso es que ahí estabas, esta vez casi un alarde de las curvas de tu alma, demasiado para mis ojos que se sientan para verte desde lejos bailar con otro. Ahora sí, otro tango y otro abrazo y tu maldito desenfado y la infame calidez de tus manos confiadas, de tu pecho entregado, de tu nariz que sin dudarlo se acurruca en el perfecto molde de mi pómulo derecho, en ese dulce abismo que la espera desde hace una semana... y mi sonrisa que se borra cuando no logro distinguir tu respiración de la mía, que son una, un sólo aliento, un sólo latido. Hay un pacto de cuerpos que se desangra sobre el filo de esta puta sintonía.

FABIAN HEREDIA